Día 3:
Las paredes aun
gritan tu nombre,
No las escucho,
Los espejos aun
reflejan tu sonrisa,
No los miro,
Mis manos aún
recuerdan tu cuerpo,
Las ignoro,
Y es que ya no vivo
del ayer,
Pienso en el mañana,
En el momento en que
nuestros cuerpos se fundan en un abrazo,
Nuestras miradas se
crucen y se detenga el tiempo,
Nuestros labios se
mezclen en un beso eterno.
El escultor
del aire.
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