jueves, 3 de septiembre de 2020

La legitimidad de un rey ilegítimo.

Es curioso que se hable de gobierno ilegítimo con tanta facilidad cuando es un gobierno que tiene la legitimidad de haber pasado por las urnas. 
Si hablamos de legitimidad, lo más ilegítimo en este país ha sido durante años, la figura del jefe del estado. El Rey Juan Carlos, en su discurso de proclamación, basó su legitimidad en tres puntos. 
1) La tradición histórica, que no era tal, ya que el derecho al trono estaría en manos de su padre, don Juan, que aún seguía en el exilio. 
2) Leyes fundamentales del reino, que lo mismo, la corona le llegó impuesta por Franco, no por sucesión real. 
3) El mandato del pueblo, que no era tal, ya que las cortes franquistas no representaban ni de lejos la voluntad de la soberanía nacional. 

Toda su legitimidad viene del testamento de un dictador. En la Constitución no sé pudo elegir, era o monarquía constitucional o nada, con lo cual su legitimidad es poca. Y si aún fuera así, de esto hace más de 40 años, somos varias las generaciones a las que no se nos pregunta por el modelo de estado, no solo eso, es que se nos impide debatir si quiera sobre ello. El propio CIS no se atreve a preguntar sobre la monarquía, lo cual puede significar, que la opción monarquica no sea mayoritaria, y de nuevo se nos hurte ese derecho como ya había hecho Adolfo Suárez, quien, ante la pregunta de una periodista, no haber preguntado por el modelo de estado porque sabía que saldría la opción republicana. 

reconoció
Algún día recuperaremos el derecho a discutir, al menos, sobre nuestro modelo de estado. 

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