lunes, 4 de junio de 2012

Cuento 3: Sarah



-Phil -Oye, tu, ¿estás bien?
-Chica- A ti que te parece, me esta atacando un lobo- gritó desesperadamente.
-Phil- A que lobo te refieres ... ¿A ese?-

Phil señala hacia una la pared de la habitación, en la que se encuentra el lobo atravesado por cinco flechas, bañando el suelo en sangre.

-Chica- Si... bueno... yo... mmm... ¿Se puede saber quien eres?
-Phil- Mi nombre es Phil, y ¿Tu quien eres? ¿Eres humano?
-Chica- Mi nombre es Sarah, y claro que soy humana... ¿Porque lo dices?
-Phil- No se pareces muy débil para ser un humano como yo, ademas tienes el pecho inflado.
-Sarah- ¿Como puedes ser tan ignorante? ¿Acaso nunca habías visto una chica?
-Phil- Kat era chica, pero de la raza de los Maka, eres el primer humano que veo en mi vida.
-Sarah- ¿Como? ¿Y tus padres? ... padres... no no puede ser... ¡Mamaaa! ¡Papaaa!-Trata de levantarse-.
-Phil- ¿ Se puede saber a donde diablos vas? ¿No ves el arañazo que tienes en la pierna?
-Sarah- ¿Que ara...? -Se desmaya-.
-Phil- ¿Pero que te pasa ahora? ¿Si hace un rato querías correr? Desde luego estas "chicas" son muy raras.

La dejó tumbada boca abajo y fue a buscar agua, cogió un pequeño baso de madera y se acercó al río, las huellas de lobo seguían directas a la otra esquina del bosque, ademas de otras huellas que no conocía y un rastro de sangre de algo que ha sido arrastrado, posiblemente el cuerpo de un animal, ya que se podían observar tripas sueltas. Cogió una escarcha del río, la metió en el baso y saco su esfera Din, una esfera que Kat  le había dado para provocar fuego en cualquier momento. Lo acercó a la escarcha y la derritió en apenas un segundo, recogió unas hierbas de Alehm que crecían en la orilla del río, y las machacó dentro del agua que estaba casi hirviendo.

-Phil- Toma... bebe un poco te hará bien.
-Sarah-Gra Gracias...-todavía mareada- pero y mis padres... ¿Donde están mis padres?
-Phil- ¿Les atacaron los lobos?-preguntó con miedo a la respuesta.
-Sarah-  Si, ¿Por qué? ¿¿les pasó algo?? - poniéndose a cada paso más nerviosa-
-Phil- Yo... esto.... creo...
-Sarah- ¿Que crees? ¡habla de una maldita vez!.
-Phil- Lo siento... creo que los lobos se los han llevado.
-Sarah- No... no te creo... mi padre es muy fuerte... no se pudo dejar vencer por cuatro malditos lobos.
-Phil-... hay restos de sangre... y...
-Sarah- ¡¡Calla!!- le da una bofetada y se echa a llorar.
-Phil- ¡¡Oye que te estoy ayudando!! ¿Todas las chicas sois así de raras?
-Sarah- ¡¡ Cállate!! ¿no te enseñaron modales?.
-Phil- Kat, siempre me decía que a las mujeres debía tratarlas bien, pero tu eres una chica, ¿Es lo mismo?
-Sarah- ¿¿Como puedes ser tan estúpido?? Pues claro... yo soy una mujer, una muj... una... - se desmaya-
-Phil- Mierda, me olvidaba de que está perdiendo mucha sangre.

Mientras le unta la herida con hierba de Alehm, prepara un poco la carne del lobo con la esfera de Din. Aprovecha todo su cuerpo, con las garras y los dientes crea nuevas puntas para sus flechas, su piel para hacerse nuevas vestiduras, y la carne sera utilizada más tarde para comer.


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