martes, 5 de junio de 2012

Cuento 4: Charlas de hoguera



Phil venda la pierna de Sarah con un trozo de sus vestiduras, recubriéndola antes de planta de Alehm, enciende una hoguera con los trozos de un par de mesas y sillas rotas, y acerca a Sarah asta la hoguera. Le da de beber de nuevo un poco de la infusión de planta de Alehm y esta recupera el conocimiento.

-Sarah- ¿Don... Dónde estoy? - muy mareada-
-Phil- Tranquila, estas en tu casa, te he despertado para que comas un poco, te hará falta.
-Sarah- Gracias... no hacia falta que prepararas carne por mi.
-Phil- Tranquila, también lo he echo por mi, todavía no había desayunado.
-Sarah- Bueno gracias te todas formas - se lleva un cacho de carne a la boca-

Durante la comida están muy callados, simplemente se observan, para Phil ver a una mujer es algo nuevo y no pierde detalle de sus características físicas, y Sarah comienza a ver a Phil con otros ojos, aparte de parecer un salvaje, tiene una melena rubia que le baja hasta media espalda, comienza a aparecer-le la barba y tiene unos ojos azules que dan un poco de miedo, ademas tiene cuerpo de hombre, se le ve bastante musculado y curtido en batalla, además tiene una cicatriz profunda pasándole por encima del ojo. Al acabar la comida, Phil pone al fuego la piel del lobo para secarla  y mientras se disponen a hablar.

-Phil- Oye tienes el pecho muy inflamado ¿Quieres que te lo mire?
-Sarah- ¿¿Estas loco o que??
-Phil- ¿Acaso no es cierto que esta inflado? Mira -le toca un pecho-
-Sarah- ¡AHHH! -Lo abofetea- ni se te ocurra volver a tocarme.-
-Phil- Las mujeres sois muy agresivas, yo no entiendo nada.
-Sarah- ¿Y voy a tener que explicártelo todo?... Las mujeres somos distintas a los hombres, tenemos pechos y  somos más delicadas.
-Phil- Pues podias habérmelo dicho antes- Protestó
-Sarah-¿No crees que tengo mejores cosas en las que pensar? Mis padres acaban de morir.
-Phil- Lo siento... es verdad... ya casi no me acordaba.
-Sarah- No pasa nada, (...)esos malditos lobos pagaran lo que han echo.
-Phil- ¿Buscas venganza?
-Sarah- Si, ¿acaso pretendes ayudarme?
-Phil- No es solo que... Yo voy a matar a todos esos malditos lobos por lo que le hicieron a Kat.
-Sarah- Pues entonces podíamos vengarnos juntos.
-Phil- Si quieres acompañarme no te lo impediré, pero antes tendremos que prepararnos.
-Sarah- Si, (...) dudo que pueda andar durante unos días.
-Phil- Tranquila, buscaré más hierba de Alehm y a ver si encuentro un poco de frutos de Oz.
-Sarah- Muchas gracias, eres un buen curandero...
-Phil- Me crió una Maka, son conocidas por sus artes curativas.
-Sarah- Si y ademas usas muy bien el arco
-Phil- Eso ya es cosa mía, siempre estoy entrenando con él, lo hice a partir de un tronco del arbol de diablo, por eso es tan certero, ademas tenia una espada forjada en hierro, pero unos bandidos se la llevaron.
-Sarah- Mi padre tenía una, estaba en la zona de atrás de la casa -Phil se levanta- ¡espera! no me dejes sola..
-Phil- ¿Acaso tienes miedo?
-Sarah- Yo... bueno... un poco... me gustaría tener un poco de compañía, lo estoy pasando mal.
-Phil- ¿Por lo de tus padres?
-Sarah- Si... -Se abraza a el y se echa a llorar-
-Phil- Oye yo... - Phil comienza a sentirse extraño... a fin y al cabo es la primera vez que está con una mujer.
-Sarah- Por favor no me sueltes- dice sollozando- tengo miedo de que vuelvan a por mi.

Mientras empieza a nevar de nuevo, y el sol empieza ya su ritual de retirada, en esta época la luz del día apenas dura unas horas. Sarah se queda dormida de nuevo y Phil se queda quieto abrazado a ella sin saber muy bien que hacer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario