jueves, 13 de febrero de 2014

Cuento 5: Las dudas de Phil



Phil se queda mirando la hoguera, la visión del fuego siempre le ha resultado fascinante. Las ondulantes llamas se reflejan en su compañera, tirada en el suelo cubierta por una piel de lobo algo quemada del fuego.
Phil la mira ahora, y se vuelve a mirar al hombre tendido en el suelo que es el padre de la joven.
Cuando se despierte se dará cuenta de lo sucedido y sufrirá, pensó para si mismo. En ese instante la joven movió de golpe una pierna, parecía tener pesadillas, o quizás delirios a causa de la enfermedad.

Phil la miró, y en su rostro se mosto ternura, aquella joven le gustaba, aunque el no se daba cuenta de sus propios sentimientos. Ella volvió a temblar.

Phil recordó como Kat lo abrazaba cuando el tenia pesadillas de pequeño, y se dispuso a hacer lo mismo. No sentía todavía sueño, a parte de las emociones había sido un día "tranquilo". Y aun apenas pasaban dos horas del mediodía. Aun así, se tumbo al lado de ella, se cubrió con la misma piel de lobo, y la abrazó.
Sarah cogió su brazo con sus manos y siguió dormida. Será mejor que duerma, la pesadilla llegara al despertarse.

Phil al que su vida la parecía vacía ahora que no tenia a Kat, se sintió de nuevo útil. Estaba cuidando de aquella joven, tenía una nueva razón para vivir, ademas ella había dicho estar sola, como el.
Podrían vivir juntos y cuidarse mutuamente. Esta idea sonó como un eco en su cabeza hasta que se desvaneció con una sacudida de su cabeza.
Todas aquellos a los que quiero me han dejado o les han echo daño por mi culpa, pensó para si. Quizás a esta chica le vaya mejor sola, la cuidare hasta que pueda valerse por si misma y después la abandonaré, será lo mejor. La idea de abandonarla no le gustaba, y le hizo sentir frió en el pecho. Pero que podía hacer, el sabe que hay gente buscándole para acabar con su vida, hacer que lo acompañe podría ser dictar su sentencia a muerte.

Phil se sintió confuso. Dentro de si dos fuerzas luchaban como titanes por decir que hacer con aquella chica. Incluso una de aquellas voces propuso matarla en algún momento. Voz que pronto fue callada por Phil.

Pasaban las horas, Phil empezó a sentirse cansado. Aquella pelea interna estaba siendo peor que muchas de sus batallas. Miró la cara de Sarah y sintió deseos de acariciarla. Casi sin querer su mano se acercó a la cara de esta. El reves de sus dedos pasó lentamente rozando su frente, su nariz y se detuvo al llegar a sus labios. Los acarició y sintió deseo.
Phil no entendía que pasaba, algo en sus entrañas se estaba moviendo. El era un joven que jamás había compartido media palabra con una muchacha de su especie. Todo esto era nuevo para el.
Se sintió avergonzado. Dejo de acariciarla, volvió a abrazarla, gesto que ella agradeció con un leve suspiro, y cerro sus ojos. Quizás mañana tendría las ideas mas claras.

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